Rocío Cañadas Salguero y Marina Ojeda López La Casa Móvil y CPH Jerez.

Mujer Naturaleza es una propuesta que tiene su origen en 2016 y que nace tras tres años de formación juntas en CPH Jerez y amistad entre Rocío Cañadas y Marina Ojeda, en base a maneras comunes de vincular como mujeres en red y desde la necesidad de establecer, crear y facilitar espacios de encuentro, nutrición, sonoridad, ternura y crecimiento compartido.

Parimos esta propuesta para ser desarrollada en contacto directo con la naturaleza, escenario donde la tierra propia es semilla para la conexión con la esencia salvaje. Coincidiendo con cada estación del año mostramos las distintas propuestas; Primavera: Mujer Crisálida, Verano: Mujer Océano, Otoño: Mujer Nido e Invierno: Mujer Montaña.

Todas tienen en común aspectos que consideramos clave para fomentar nuestra salud como mujeres conscientes y creadoras:

1. El trabajo con el cuerpo y desde el cuerpo. El Movimiento Vital Expresivo Río Abierto es el abordaje que nos permite tomar contacto con la experiencia presente que se materializa y se expresa a través de los cuerpos y sus mensajes. La danza en círculo, el despertar de cada espacio de resonancia interno y el recorrido a través de los centros de energía nos facilita esta toma de contacto real con nuestra esencia natural desde el propio cuerpo sentido y habitado. Círculo que a su vez, también es sostén donde sentir la red sorora que acontece en cada encuentro con las mujeres.

2. El trabajo creativo, entendiéndolo de una manera amplia y diversa, nos ayuda a dar forma, a tomar contacto con nuestro potencial creador innato y a desplegarnos hacia fuera a través de él. Así sentimos nuestro poder de transformación y transmutación a través de las artes y sus símbolos, la comprensión que este lenguaje nos aporta a cerca de nuestros recursos emocionales, maneras de vincularnos en lo social y sobre todo con nosotras mismas.

3. El contacto directo con la Naturaleza, la tierra, el agua, el aire, el fuego, el éter, como fuentes de inspiración, como espejos en los que vernos reflejadas para entender con más claridad nuestros propios ciclos y procesos íntimos. Y también para aprender a volver a lo esencial para cada una, lo nuclear en nosotras: nuestra receptividad, ciclicidad, creatividad y abundancia. La Naturaleza como canal directo y continuo desde una y hacia el mundo.

4. El ritual como herramienta para entender los procesos de cambio, las transformaciones, los cierres y la apertura, a nuevas etapas. Nos importa dignificar estos periodos o experiencias de tránsito y ritualizarlas para asentar, afianzar e integrar con plena conciencia todo aquello que cada una de nosotras sentimos importantes en estos trabajos. El ritual como ofrenda a lo sagrado que habita en cada una y nos acoge desde la integración y descanso del círculo UNO.

En base a estos ejes vertebradores de nuestro trabajo en Mujer Naturaleza, cada una de las propuestas se ofrece con una serie de peculiaridades acordes con cada estación del año y lo que estos momentos nos ofrecen: